La reciente Sentencia del Tribunal Supremo de 6 de Marzo de 2018 (rec.4726/2016) -¡ Sí, de hace siete días!- da un frenazo en los sostenidos avances en el control de la discrecionalidad técnica de los procesos selectivos y resucita viejos fantasmas que creíamos ya habían sido fruto de eficaz exorcismo bajo la invocación del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva.
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Qué pena… I)