La Comisión Europea ha propuesto este martes recortar un 5% el número de eurofuncionarios en los próximos años, aumentar su jornada laboral de 37,5 a 40 horas semanales sin subida salarial y retrasar su edad de jubilación de 63 a 65 años con el objetivo de ahorrar 1.000 millones de euros de aquí a 2020.